Ser y Tener

Todo lo escrito en este lugar es muy subjetivo, siempre tendrá una base de caracter profesional debido a mis experiencias y a las de mis compañeros en consulta pero tambien a las de mi vida cotidiana, esto es una manera de entender la salud, una manera holística de ser y tener

domingo, 17 de enero de 2010

La curación de nuestro cuerpo


En el Renacimiento, apareció un héroe del intelecto cuya huella sigue todavía presente.

René Descartes, uno de los "enfants terribles" de la ciencia moderna. Su obra: Discurso del método, su quintaesencia del "artista como joven revelde", en la que lanza un ataque feroz contra la fe ciega en la autoridades, tanto teológicas como intelectuales.

Radical como Galileo, Descartes arrasó con su escepticismo todas la presunciones, hasta que solo quedó una que consideró demostrable: que él existia. "Pienso luego existo", la simplicidad de esta nos a cautivado desde entonces.

Descartes utiliza un método para argumentar a partir de un conjunto general de hechos hasta llegar a un hecho específico e irrefutable, con ello llega al núcleo de sabiduría, este lo conocemos como deductivismo.

De esta manera, Descartes elevó este método a la categoría de "religión del intelecto". Desde entonces, la ciencia se ha basado en deducir la verdad descomponiendola y separando cada uno de los elementos hasta que solamente quede uno con certeza. Llamamos a este principio: El pricipio reduccionista cartesiano. La medicina moderna está completamente dominada y reducida por este principio, de ahí que se intente reducir la patología de una persona a una única causa.

Dada esta orientación reduccionista, los actuales médicos suelen clasificarse según una especialidad, lo que en cierto nivel parece razonable. Pero hay un dilema: ¿funcioa?

A dia de hoy, la inmensa malloría de la investigaciones científicas indican que los órganos y sistemas del cuerpo están inextricablemente unidos unos con otros, mediante conexiones tan "esotéricas" y elegantes que pasaron inadvertidas a los científicos hasta hace muy pocos años. Por ejemplo, el progreso de tecnicas avanzadas de representación, así como las nuevas investigaciones bioquímicas, han demostrado que existe unas conexiones entre el sistema hormonal, el inmunitario y el gastrointestinal que hace años se creian inexistentes, sin embargo los "métodos alternativos" de salud en su vertiente occidental u oriental, aplicaban ésta, y otras muchas relaciones, a su modo y muy eficazmente al estudio y tratamiento de las enfermedades.

La doctora Candance Pert que tomó parte en el descubrimiento del sistema endorfino, realizó algunos de los estudios más convincentes sobre las interrelaciones físicas entre mente, cuerpo y espíritu.

Pert publicó una investigación fascinante sobre las conexiones bioquímicas que unen al ser humano. Ha llegado a demostrar que el cuerpo contiene un sistema extraordinario de receptores, mecanismos sensoriales diminutos que reciben mensajes de sustancias químicas determinadas, como seria el caso de las hormonas y los neurotransmisores. Hasta hace pocos años se expresaba esta relación de receptores y sustancias químicas como una alegoría de un cerradura bioquímica y una llave. Pert y otros autores han demostrado que este concepto mecánico no ilustra su verdadero funcionamiento. En realidad, los receptores están vinculados con sus sustancias químicas porque comparten la misma vibración molecular. Esto da credibilidad (¡ya era hora!) a la presunción de los antíguos maestros de yoga, y de los físicos cuanticos, de que la vibración es un integrante de la función biológica.

Las sustancias químicas relacionadas con los receptores se llaman ligandos ( lo que une). Los tres tipos de ligandos son las hormonas, los neurotransmisores y los péptidos (proteina compuesta por dos o más aminoácidos).

Las pruebas actuales pues, nos dan a entender que los ligandos y los receptores están distribuidos por todo el cuerpo, lo que cambia por completo la percepción de la mente humana tal y como se conocia antes. En pocas palabras, nuestra mente no es solo lo que está en nuestro cerebro.

Pert ha demostrado que hay "moléculas de información" por todo el cuerpo, y que estas afectan a nuestra manera de sentir y de pensar; de hecho, las denomina como si fueran un segundo sistema nervioso. Ha demostrado que la conexión cuerpomente no es un sistema de comunicación exclusivamente eléctrico y gobernado por la activación de las células nerviosas. También es químico: tangíble, constante y abierto a la manipulación.

En el cuerpo existen unos puntos denominados nodales o lugares calientes, ricos en receptores, en los que se almacena y se procesa una gran cantidad de información. En estos puntos se decide que información se envía al cerebro y cual se descarta. Los puntos nodales incluso tienen su propio tipo de memoria. De hecho, cada uno tiene su propio tipo de mente.

Estos puntos nos hacen entender, que "la mente no domina el cuerpo, sino que se convierte en cuerpo. Cuerpo y mente son uno".

"Parece que el sistema inmunológico, equipado con un vocabulario para reflejar el sistema nervioso en toda su complejidad, envía y recibe mensajes que son totalmente variados. De hecho si estar feliz, triste, pensativo, excitado, etc..., requiere la producción de neuropéptidos y neurotransmisores en nuestras células del cerebro, entonces las célula inmunológicas tambien pueden estar felices, tristes, pensativas o excitadas. Por lo tanto deben de ser capaces de expresar toda la variedad de palabras que expresen las neuronas". Deepack Copra.

Psiconeuroendocrinoinmunología, sería el enfonque de aunar los sistemas emocionales, cerebrales, endocrinos e inmunológicos. La premisa más "sorprendente" en este caso es que una persona puede intervenir en cualquira de estos para mejorar el resto, y recuperar la salud.

De ello debemos aprender y aceptar que cuando "tocamos fondo" y pedimos ayuda, tenemos que cambiar todos nuestros sistemas, ya que al incidir en uno lo hacemos en el resto, en estados de shock prolongado debido a conflictos emocionales (accidentes traumáticos incluidos) no es solo ir a un terapeuta a contarles lo que "nos duele", es ademas cambiar nuestras costumbres de alimentación, de sueño, de trabajo, en definitiva de vida, para evolucionar y salir reforzados y curados al 100%.

Uno de los primeros sistemas que se desgastan es el endocrino, el sistema de glándulas cerradas que segrega hormonas. Muchos investigadores creen que el motivo por el que nos deterioramos al envegecer es debido a la degeneración de este. La mayoría de los autores consideran que los efectos más significativos del envegecimiento empiezan cuando la persona llega a la edad de veinte años, empezando a decaer varias glándulas del sistema endocrino y a producir muchas menos hormonas, comola del crecimiento humano o HCH, muy implicada en la energía, la reparación tisular y la inmunidad. La gládula pineal y la glandula timo son vulnerables tambien a esa edad, así como el hipotálamo.

Se cree que la razón por la que decae el sistema endocrino es por el declive del hipotálamo, la parte del cerebro que interactua directamente con el sistema endocrino. El hipotálamo recibe órdenes desde la amígdala, el centro emocional del cerebro, que es parte del sistema límbico. Cofía estas órdenes a la glándula pituitaria, la glándula principal del sistema endocrino. El cuerpo depende del hipotálamo para mantener sus sitemas de equilibrio u homeóstasis.

El desgaste del hipotálamo se asocia al uso, de cuyo aspecto más evidente es la respuesta al estrés. También se asocia a una acumulación de grasa en este y sus alrededores, concentración de colesterol en neuronas, una disminución de neurotransmisores (como la serotonina " hormona de la felicidad") que el hipotálamo necesita y una insuficiencia crónica de glucosa.

Varios son los elementos necesarios para impedir el declive endocrino: trabajo inerior o meditación, yoga, tai chí, recibir terapias psicofísicas, hacer ejercicio físico, seguir una dieta rica en nutrientes y baja en grasas saturadas, complementarse específicamente para ayudar al cuerpo a regular las hormonas, como por ejemplo: arginina para la hormona del crecimiento humano, ginseng para las hormonas del estrés, fosfatidilserina que aunmenta la salud hipotalámica, y otros que ayudan en elsistema endocrino y nervioso, como son el ginkgo, chisandra, L-carnitina, coencima Q-10, vitaminas C y E, selenio, magnesio, zinc, omega 3 y aceite de lino.

Gracias, J. Durán estas palabras vibraran en mi alma el resto de mi vida...